Victoria en un
partido de los que se conocen como épicos. La primera parte sí que es verdad
que tuvimos nuestras opciones para marcar algún “golito”, pero tampoco
merecimos mucho más. Empezamos a media pista zonal, a verlas venir y las
imprecisiones del Lliçà nos regalaban balones que no terminábamos de definir. a porteria.
Seguimos con la defensa zonal, pero no dio resultado, en una jugada de salida rápida consiguen marcar el 0
a 1 y minutos más tarde, después de una jugada de toque en la que terminamos
defendiendo dentro del área, nos ponen el 0 a 2 y nos dejan con nuestras ideas muy
nubladas.
Pasamos a
presionar los últimos minutos del primer tiempo para ver si podíamos pescar algún
balón que nos diera algo de aire. No sirvió para marcar, solo para constatar
las imprecisiones en la salida de balón del LLiçà.
Nos fuimos al descanso
con 0 a 2, cabreados por no encontrar el camino. Se habló en el vestuario de
las opciones en las que sacamos ventaja durante el primer tiempo y de que armas
íbamos a usar en la segunda parte. Y creímos en ello todos. Destacar el valor que
aportó Jordi, quién nos dio alas para terminar remontando y seguir creyendo en
los tres puntos hasta el final.
Apretamos arriba
toda la segunda parte, seguimos robando balones y viendo imprecisiones del
rival pero seguía sin llegar el gol. Llegó el 1 a 2 de jugada individual de
Jordi, recibió el balón y con un giro entre dos marcas, logró que se hicieran
un autentico lío y marcó. La guinda la pondría Pastor, en un pase atrás al
portero fue a por él y el despeje rebotó de forma que marcábamos el 2 a 2. Teníamos
lo más difícil y lo más difícil duró 30 segundos porqué en la siguiente jugada
ya estábamos por detrás. El 2 a 3 era de nuevo un autentico reto. Al minuto perdíamos
a Kus por un golpe en el tobillo tras una caída y todo se hacía más complicado.
Tiramos de veteranía
y pasamos a jugar con una mentalidad de nada que perder, en mi opinión no había
aflorado hasta ese momento en ningún otro partido, al menos contra los de
arriba. Cada vez que recibía el balón Jordi, la defensa contraria se veía obligada
a cometer falta, o les desbordaba y en ataque no hacían más que devolver la
pelota al rival. Marcamos el 3 a 3 volvíamos a estar en partido y con una
sensación de estar un peldaño por encima de ellos. No tardó en llegar el 4 a 3
y tras un tiempo muerto del equipo visitante al verse superado, marcamos el 5 a
3 que confirmaba la rendición del Lliçà.
Los últimos 2
minutos nos dedicamos a conservar el balón e incluso dejamos destellos de
calidad individual, dejamos muestra de que el riesgo y atrevimiento ya lo habíamos
tomado hasta el final del partido.
Victoria importantísima
para seguir con opciones de escalar a algún sitio de valor.
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